La diversión de la civilización
GARCÍA BERMÚDEZ, German*
La civilización del espectáculo es una puerta que enseña lo que ya sabemos, pero no podemos o más bien no queremos percatar. Pretende interpretar la cultura en todos los aspectos de nuestra sociedad, basando el entretenimiento de nuestro tiempo como eje fundamental y el punto del colapso intelectual. Tomando el trayecto cultural desde tiempos anteriores y comparándolo con la generación del siglo XXI, demostrando que ha sufrido un cambio desfavorable convirtiéndola en frívola y banal, siendo impulsada por el capitalismo para el disfrute personal de modas pasajeras, una cruda realidad que va dirigida hacia la degradación artística, literaria, filosófica y pedagógica de nuestra época, como él mismo lo dice “todo se ha vuelto cultura y ya nada lo es”.
Es aquí en donde el entretenimiento interrumpe de manera drástica en muchos aspectos de la vida social, como lo son: la política, las relaciones personales, la vida sexual, la espiritualidad, entre otros. El campo artístico es el más afectado, rompiendo esquemas del verdadero arte por algo novedoso y divertido, imponiéndose así el arte light, una lectura ligera, música ligera, quienes persiguen entretener.
“La educación tiene un papel indispensable, es terrible lo que es hoy día el desprecio de las humanidades en la enseñanza básica, como si fuera una materia prescindible, reñida a una formación práctica moderna a las nuevas generaciones. Descartar a las humanidades es descartar el denominador común, es justamente aquello en lo que nosotros en este mundo de especialistas compartimos, leer novelas, leer poemas, ver obras de teatro. Es algo que nos comunica, haciéndonos sentir partes de una fraternidad humana. Si eso desaparece en última instancia, el mundo sería uno de especialistas, es decir, de seres solitarios e incapaces de comunicarse entre sí, porque este sabe mucho de lo suyo y no sabe nada de lo demás, entonces un mundo de especialistas seria un mundo de autómatas incomunicados. Acabar con las humanidades me parece un verdadero crimen cultural” (Vargas, 2012).
La televisión es un indicador evidente de este fenómeno. La programación que busca entretener también apunta hacia el mayor número de televidentes, marginando a los programas más complejos, donde si se presenta una cierta creatividad, debido a que parten del supuesto que solo puede llegar a públicos excéntricos y minoritarios. Y es cuando el gran público se alimenta de programas que son una banalidad y hasta una vulgaridad, fenómeno que está sucediendo frenéticamente en todas partes del mundo. (Vargas, 2012)
A pesar que Vargas Llosa toma muchos puntos de la sociedad, uno que más llama la atención es la desaparición del erotismo, quien lo define como la desanimalización del amor físico, en donde se prolonga y sublima el placer físico rodeándolo de rituales y refinamientos que llegan a convertirlo en obra de arte. El erotismo es una manifestación de las civilizaciones y sucede en las sociedades que han alcanzado un cierto nivel de progreso humano.
De este modo, lamenta en su ensayo la perdida de algo tan escultural, explicando “la desaparición de frenos y censuras, la permisividad total en el campo amoroso, en lugar de enriquecer el amor físico y elevarlo a planos superiores de elegancia, exquisitez y creatividad, lo banaliza, vulgariza y, en cierto modo, lo regresa a aquellos remotos tiempos de los primeros ancestros, cuando consistía apenas en el desfogue de un instinto animal” (Vargas, 2009).
Para finalizar este argumento, la nueva era está tratando de imponer una revolución audiovisual, acabando con las bases culturales e involucrándonos de una forma obligatoria e indispensable. La civilización del espectáculo es una reflexión de lo que la sociedad se ha encargado de transformar, dejando al lector con inquietudes para que exista la disputa acerca de los limites en que llegarán con la cambiante era cultural. Sin duda abarcando los aspectos referentes a las artes, religión, periodismo, sexualidad, economía, entre otros.
La transformación del esfuerzo intelectual ha venido presentando un defecto considerable por la variación del campo de la comunicación y la información, dando lugar a la mediocridad de las masas, y con ello expresando que “cada vez son más inteligentes las maquinas y somos más tontos los que las usamos. Es un fenómeno que está ocurriendo en nuestro tiempo, que creo que debería pararnos las orejas e inquietarnos” (Vargas, 2012).
Bibliografía
Fernando Sánchez Dragó. [telemadrid]. (2012, mayo 11). Vargas Llosa y su ‘civilización del espectáculo’. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=P7C79Rcaavg
Vargas L. M. (1 de noviembre del 2009). La desaparición del erotismo. El país. Recuperado de http://elpais.com/diario/2009/11/01/opinion/1257030012_850215.html
Vargas L. M. (2012). La civilización del espectáculo. México D.F. Editorial Alfaguara.
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