Crónica acerca de la vivencia del estudiante de frontera colombo-venezolano en su trayecto a su casa de estudios
García Bermúdez, German * Mayo 2016 Estudiantes colombo-venezolanos, no delincuentes Desde el cierre definitivo de la frontera colombo venezolana impuesto por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, la rutina se ha convertido en un cambio drástico en la vida diaria de la población fronteriza. Con el cielo en oscuridad absoluta, la mayoría de estudiantes de frontera comienzan su día a partir de las cuatro de la mañana. Muchos con sus almuerzos preparados el día anterior, lo que corresponde a un peso más en sus espaldas, pero uno menos a sus bolsillos. A las seis de la madrugada ya se encuentra una larga fila de niños y jóvenes en la avenida Venezuela, cerca de la aduana principal de San Antonio del Táchira. Algunos incluso acompañados por sus representantes, quienes portan caras largas y ojos hundidos por aquellas marcas de cansancio. Se percibe el silencio que otorgan, nadie habla, nadie comenta nada, la costumbre ciega y sella sus voces desde el inicio del día....